Contamos con cuatro países principales que hoy en día se encuentran implementando el uso de energías renovables. Latinoamérica gracias a estos países cuenta con una de las redes eléctricas más limpias del mundo, gracias a su abundante energía hidroeléctrica y una presencia creciente de generación eólica y solar.
Teniendo como líderes a Uruguay, Costa Rica, Colombia, Perú, Argentina, México y Brasil en transición energética en América Latina, una región con gran potencial en recursos renovables donde la demanda eléctrica crece más que la producción de energía.
La generación de las energías hidroeléctricas, solares y eólicas comienzan a perfilarse como soluciones competitivas gracias a la madurez de sus desarrollos tecnológicos porque ofrece precios económicamente viables frente al incremento de los precios de los combustibles convencionales.
La importancia
La importancia para nosotros en consumir este tipo de energías inacabables es que combaten directamente el cambio climático al tener cero emisiones de monóxido de carbono. Reducen la contaminación y mejoran la calidad del aire. Ayudan a mantener intactos los recursos naturales no renovable del planeta. Mejoran la calidad de vida y estabilizan la economía.
Estas energías son recursos limpios e inagotables que nos proporciona la naturaleza. Su empleo nos proporciona un sin fin de ventajas, el más importante, reducir el efecto invernadero y proteger nuestro planeta.
Latinoamérica posee un 25% de renovables en la composición de su matriz primaria de energía. Un 59% de la generación de electricidad proviene de fuentes renovables y su ambición es alcanzar el 70% antes del 2030.
Hoy en día, la energía hidroeléctrica es fundamental para satisfacer las necesidades energéticas de América Latina. En la región, existen mercados con recursos geotérmicos prometedores y otros, como Brasil, son pioneros en bioenergía. Los esfuerzos se dirigen hacia la diversificación de los sistemas eléctricos y se está trabajando para crear entornos normativos más propicios para su avance. En este contexto, las subastas de energía en Argentina, Brasil, México y Perú han acelerado el despliegue de miles de megavatios de energía eólica y solar en la región. Un ejemplo es Chile que, en noviembre de 2020, publicó la “Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde”. Colombia también trabaja con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para definir la ruta que le permita incluir el hidrógeno en su matriz de energías limpias.
Dentro del sector latinoamericano predomina la energía hidroeléctrica con un 62% de la cuota total de energías renovables, llegando a elevarse hasta el 90% en algunos países como Brasil, Paraguay y Perú.
